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6 Lecciones inolvidables de tu Curso de Inglés en Texas
Aprender inglés no es una opción si quieres encajar y disfrutar de la era globalizada en la que vivimos. Verás que tras finalizar tu curso de inglés en Texas no dejarás de usarlo diariamente, ni siquiera, podrás imaginarte sin poder hablarlo.
Sin embargo, la verdad es que al comienzo de la vida de los estudiantes el inglés y ellos no siempre se llevan bien. Por ejemplo, las cosas pueden ser bastante difíciles al principio. Pero con una visión clara de sí mismos hablando inglés en el futuro el camino será más sencillo.
Lecciones inolvidables que aprenderás en tu curso de inglés en Texas
Toma nota de cada una. Recuerda que el aprendizaje va más allá de lo que tienes a simple vista:
1. Aprendes todos los días
La regularidad es lo que crea impulso y el impulso es lo que acelera el aprendizaje. Imagínate pasar cierto tiempo aprendiendo inglés todos los días durante uno o dos años enteros.
Veamos algunos ejemplos básicos para contextualizar. 30 minutos de aprendizaje desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, resultaría en 30 minutos x 365 días. En total, son 10.950 minutos, o poco menos de 183 horas.
Sigue aprendiendo todos los días y, hagas lo que hagas, no rompas el ciclo. Si no tienes ganas de hacerlo, comienza de todos modos. Si superas esa falta de voluntad natural para aprender durante los primeros días, ganarás impulso y, a partir de ahí, nada te impedirá aprender inglés y hablarlo con fluidez.
2. Abordar la pronunciación desde el principio
¿Quieres aprender a hablar bien inglés en un curso de inglés en Texas? Empieza a trabajar en su fonética desde el principio, aunque tu pronunciación en inglés americano sea atroz. Lee textos en voz alta, habla y recibe correcciones. Luego, comienza a hablar inglés contigo mismo en tu tiempo a solas. Con el tiempo, las cosas mejoraron cada vez más.
3. Aprender de manera integral
Cada idioma es un organismo vivo con cuatro componentes fundamentales en movimiento: leer, escuchar, hablar y escribir. Cada parte cuenta. Cuando dices que “hablas” un idioma extranjero, la mayoría de la gente da por sentado que también puede leer, escribir y comprender el idioma que se le habla.
4. El material de apoyo sí funciona
Ver muchas películas estadounidenses permite, ante todo, mejorar la comprensión auditiva. También ayuda a mejorar drásticamente el vocabulario y las expresiones. Además de todo eso, te expone a cómo los hablantes nativos interactúan, hablan y hacen gestos, algo que no puedes hacer mientras escuchas podcasts o la radio.
5. Mantener un libro de registro es una buena opción
Cuando desarrollas tus habilidades en un curso de inglés en Texas, es natural que te preguntes si realmente estás progresando. Para detectar tu progreso en inglés, deberás medirlo. El método más obvio fuera de clase es recopilar palabras.
Todo lo que necesitas hacer es contar cuántas palabras has aprendido y escribirlas en algún lugar. Al llevar un libro de registro, adquieres el hábito de realizar un seguimiento de todo lo que haces. Realiza un seguimiento de lo que haces, cómo lo haces y durante cuánto tiempo
.6. Pasar de estudiar a usar el idioma
En el camino de todo estudiante de idiomas, llega el momento mágico en el que dejas de ver un idioma como algo para estudiar deliberadamente y empiezas a usarlo simplemente porque es parte de tu vida y de quién eres.
Esto no quiere decir que alguna vez dejarás de aprender. El aprendizaje nunca se detiene realmente, incluso en el nivel avanzado. Este momento del que hablamos es simplemente un gran cambio de paradigma.